Cada vez que tiembla, vienen a mi todos los recuerdos de los terremotos pasados y más que una alarma sísmica, creo que se dispara una alarma, otra, que nos recuerda nuestra propia fragilidad, y entonces que fútiles y vacías parecen todas mis preocupaciones, tal vez nunca somos conscientes de nuestra propia humanidad hasta que algo nos lo recuerda, vivimos cada día buscando la permanencia, en la ilusión del control, hipotecando nuestro futuro, dejando de vivir hoy para asegurar el mañana... buscando evitar lo inevitable... cuando la única certeza que tenemos es que llegado el tiempo nuestra alma trascenderá y continuará su evolución.
Tal vez debamos de dejar de preocuparnos tanto por nuestro futuro y deberíamos aprender a vivir hoy... tal vez sería mejor vernos como parte de la creación y quitarnos esa etiqueta, que a alguien se le ocurrió, para justificar el abuso y la depredación, de que somos los reyes de la creación, encontrar la humildad que en el ego perdimos y encontrarnos como uno, respetando y no pretendiendo dominar a la naturaleza... si yo fuera un árbol me movería con la tierra y tal vez hasta danzaría con ella, si yo fuera humilde reconocería con consciencia que todo es una ilusión, y que las edificaciones son construcciones que ante su rigidez y su falta de adaptabilidad y flexibilidad se caen... tal vez es momento de replantearnos los paradigmas con que nos educaron, aceptar nuestra vulnerabilidad aprendiendo a vivir en unión con La Tierra asumiendo con respeto y amor que es el único hogar que tenemos! Con amor DI

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