Esta frase me han escuchado decirla muchas veces en varias notas y cafés, pero quiero volverla a retomar, porque este semana, lo que pude ver, es por qué todo sueño que nace del corazón, está verdaderamente llamado a cumplirse, porque esto es así e incluso no podría ser de otra manera.
Y es porque en el momento que nace el sueño, en el momento en que tienes ese anhelo, el deseo, puedes llamarlo la inspiración, ya está creada la substancia con la que será cumplido, y esto aplica para todo, desde el momento que piensas en que se te antoja algo específico de comer, hasta ese viaje que llevas soñando, o esa casa que has visto, literalmente en tus sueños.
S i no se manifiesta, es porque inmediatamente pensamos que es imposible, porque en lugar de permitir que suceda, quitándonos literalmente de en medio, racionalizamos la situación, y comparamos cuanto es lo que tenemos, normalmente en la bolsa, con el costo de lo que deseamos, y basados en ese pensamiento de carencia, algunas veces lo desechamos, porque es muy caro, y otras nos convencemos que tendremos que luchar mucho para conseguirlo, limitando nuestra visión a los canales de abundancia conocidos, de donde normalmente provienen nuestros ingresos.
Pero que pasaría, si por una vez, en el momento que nace de nuestro corazón, callamos nuestras voces internas y externas, y nos permitiremos pensar que si nació es porqué ya tiene todo el potencial para cumplirse, y solo permitimos que el Universo nos de la sorpresa, de cuándo lo veremos manifestarse en nuestro plano, y agradecemos el regalo recibido aún antes de que lo tengamos enfrente, creando de esta manera una consciencia de prosperidad .
Sólo confiando que todo deseo trae en si mismo, a nivel cuántico o metafísico, la substancia para hacerse visible, lo podremos ver materializado en nuestras vidas, tal como lo decimos, a veces sin creerlo, cuando repetimos tres veces: HECHO ESTA o ASÍ YA ES. Con amor SoloDI.
Referencias:
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