Cuando hacemos algo normalmente lo hacemos por costumbre, nos levantamos y lo primero que hacemos, lo hacemos en automático, ni siquiera pensamos lo que estamos haciendo, ya sea prender la television, tender la cama o bañarnos, lo hacemos porque así siempre lo hemos hecho e incluso cuando por alguna razón no podemos hacerlo en el orden habitual nos sentimos molestos.
Cuando elegimos que comer, lo hacemos porque hay ciertos alimentos que están asociados a buenas memorias, a experiencias placenteras, instintivamente recordamos la última vez que los comimos y traemos a la mente su sabor, su olor, incluso la compañía que teníamos la última vez que los degustamos y simplemente al elegir tratamos de recrear las mismas experiencias.
Esto que parece tan trivial son programaciones, el problema es que las programaciones están tan arraigadas en nuestro subconsciente que díficilmente somos conscientes de ello, por lo que seguimos haciendo las mismas cosas sin darnos cuenta de que estamos cambiando, que nuestros cuerpos están cambiando.
En estos momentos de cambio vibracional, es importante ser consciente de nuestros hábitos, porque nuestras elecciones y comportamientos, los hacemos siempre desde el pasado, es decir desde la programación o desde el recuerdo, pero no desde la persona que somos hoy en día.
Yo por ejemplo, hace unos meses, por una decisión personal a nivel de consciencia decidí dejar de comer carne, sin embargo ayer, fui a un restaurante de hamburguesas e instintivamente elegí una hamburguesa de carne, aún con toda la carga que esa decisión traía para mi, porque de alguna manera, quería recrear los recuerdos placenteros asociados a ese alimento, el hecho es que no pude digerirlo, mi cuerpo me hizo entender que ha cambiado, y los alimentos densos ya no los puede procesar.
Lo que se me indicó y ese es el objeto de compartir esta experiencia, es que nuestra mente vive en el ayer y nuestro cuerpo en el hoy, y que, por eso es que se está presentando una disociación, por lo que cada vez que realicemos una acción o hagamos una elección, debemos observar como es que realmente nos estamos sintiendo al realizar esa conducta, aunque la hayamos hecho mil veces y cómo nos sentimos después de haber realizado esas elecciones, y no sólo hacer las cosas porque siempre así las hemos hecho.
Nosotros no solo siempre estamos cambiando, sino que además ahora estamos atravesando un periodo de cambios a nivel interno, de los que a veces somos conscientes y otras no, por eso es importante dejar de vivir en el ayer y estar más presentes que nunca en el hoy, porque las energías densas que antes a la mejor tolerábamos, no me refiero sólo a alimentos, es posible que ahora literalmente nos hagan daño, sin embargo por programación, puede ser que las sigamos eligiendo, aunque nuestros cuerpos (físico, mental, emocional y espiritual), ya no las puedan digerir. Con amor SoloDi.
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