Cada palabra tiene su propia vibración, cada palabra lleva una energía, no solo la energía de la propia palabra que como un símbolo ya conlleva en si misma la energía de su significado, sino además de la intención con la que fue dicha. Por decirlo de alguna manera las palabras no son más que dispositivos de transporte de energía entre dos receptores.
Por eso es importante tener cuidado al escuchar y especialmente en creer lo que se dice, ya que muchos usan las palabras sin considerar sus efectos; cada palabra crea una frecuencia y cada oración crea un paquete de energía, por decirlo de alguna manera una galleta mental llena de instrucciones, que atendiendo a la intención con la que fue dicha, puede tener un efecto positivo o negativo en tu campo energético.
La regla general es que si se siente mal, está mal, no importa quien lo diga, si no vibra contigo, es que ese mensaje no es para ti, poner atención o como se dice coloquialmente prestar oídos a ese tipo de palabras o de mensajes es como comerte algo en mal estado, a la larga, te puede hacer daño.
Por eso es muy importante poner especial atención no sólo en lo que se dice, sino también en cómo se dice, sobre todo actualmente, en que diversas personas incluso sin intención, repiten palabras que escuchan en los noticieros u otros medios de comunicación, que van cargadas de una vibración muy baja, y que, de alguna manera, se utilizan para crear miedo, conflicto, ira, etc.
Por eso es que es necesario que ante todo tipo de palabras, mantengamos siempre una mente neutral, y antes de consumirlas, las sintamos, ya que si sientes que te inquietan o no vibran contigo, es preferible dejarlas pasar y no hacerlas tuyas, porque en el momento que consumes o te compras esa galleta mental, sus efectos harán eco en tu interior. Con amor SoloDI.
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