Anoche soñé, que por alguna razón estaba encerrada con muchas otras personas, al parecer se nos había dicho, yo no lo había escuchado, que habíamos sido secuestrados y que aquél que siquiera se acercara a la puerta, dispararía una serie de mecanismos que haría que todos muriéramos al instante, el sueño era tan real, que incluso podía ver la compleja red de gatillos, que estaban puestos de tal manera, que nadie dudara de su existencia.
Sin embargo, por alguna razón yo me acercaba a la puerta, y muerta de miedo y escuchando los gritos de todos los que me decían que me alejara, yo daba vuelta al picaporte, cerrando los ojos, esperando que en ese momento se dispararan todos esos circuitos y de alguna manera todos cayéramos fulminados, sin embargo nada pasó, en ese momento me di cuenta que la puerta siempre estuvo abierta, que no existía ningún mecanismo de destrucción y salí corriendo.
Posteriormente fui a caminar a Chapultepec, y dude en meterme a un restaurante, hace tiempo que no como fuera de mi casa, más de un año, y realmente me devanaba entre entrar y no entrar, pensaba si sería seguro, si no habría riesgo, calculaba la cantidad de gente en el local, las distancias entre cada uno, y revisaba mentalmente quienes llevaban caretas y/o cubre bocas, y miraba con desconfianza a todos los meseros, cuando en mi mente escuche “la puerta siempre estuvo abierta”.
Y fue cuando me di cuenta, que efectivamente nosotros somos los que nos encerramos en nuestras propias jaulas, es tanto el miedo, que nos quedamos encerrados, y no me refiero a encerrados físicamente, sino encerrados mentalmente en nuestras limitaciones, sin siquiera intentar pensar diferente, porque asumimos que esa es la realidad y que si nos atrevemos a salir de lo que nos han dicho, algo terrible pasara, pero la verdad es que la puerta siempre ha estado abierta, sólo que no nos atrevemos a intentar salir, son tantas las memorias dolorosas, las creencias erróneas y sobre todo el miedo, que ni siquiera, como en el sueño, nos permitimos acercarnos a la puerta, para ver si efectivamente, como todos dicen, está cerrada.
“Porque te encierras en tus propias dudas, porque sigues presa de tus limitaciones, porque le das voz a tus miedos, cuando pase el tiempo te darás cuenta que la puerta siempre estuvo abierta”.
Con amor SoloDi

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