Siempre que pensamos en dualidad, pensamos en los opuestos, es decir en la cualidad de dos aspectos de la misma realidad, y así al referirnos a la temperatura podemos pensar en calor o frio, y si bien esa posibilidad de pensar en términos de opuestos está relacionada con la dualidad, se identifica más con el principio de la polaridad.
Cuando se señala que nosotros como seres humanos somos duales, no sólo se refiere al ying y al yang, que son los dos conceptos del taoísmo que son usados para representar la dualidad del universo, como las dos fuerzas fundamentales opuestas y complementarias que se encuentran en todas las cosas, y que se resumen en la existencia del divino femenino y del divino masculino en todo lo que existe, sino también, al hecho de que en nosotros no sólo existen estas dos energías, sino que además, somos dos expresiones en un mismo ser, por un lado somos seres espirituales y por el otro somos seres materiales, y es en esa doble cualidad, donde realmente se encuentra nuestra dualidad, y a veces nuestro conflicto.
Porqué muchos de nosotros pasamos la vida, pensando que solo somos materia, sin darnos cuenta de la dimensión espiritual, y viceversa, hay quienes solo se centran en esa parte espiritual y desdeñan todo aquello que esta ligado a nuestra dimensión material, sin entender, que lo que nosotros somos aquí y ahora es el producto de la unión de ambos aspectos de nuestro ser, y que no podríamos existir en este plano, sin ninguno de los dos, por eso, en esta dualidad, el reto está en encontrar el equilibrio, sabiendo que sin el cuerpo no podríamos vivir esta experiencia, pero que sin nuestra dimensión divina, tampoco, porqué fue la voluntad de Dios de experimentar a través de nosotros la máxima densidad de la materia, la que nos permite estar aquí en este ahora. Con amor SoloDi
Referencias:
|
|